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RGartner 18 de November, 2025



La Gran Migración de la Atención: Del Contenido Multimedia a la Inteligencia Artificial

Un análisis en cinco actos sobre la evolución de creadores, consumidores y la atención humana

Dirigido por RGartner • Optimizado por Claude • Noviembre 2025


Prólogo: La Atención Como Moneda

Imaginemos un pueblo de 1.000 habitantes. Un microcosmos del mundo occidental donde la vida gira en torno al trabajo, la familia y los escasos momentos de ocio. Durante décadas, la mayoría de estas personas trabajaba en fábricas, en oficinas, en la maquinaria productiva que movía el mundo. Solo un puñado —quizás 50 personas, apenas el 5%— se dedicaba a crear aquello que los demás consumían en sus momentos libres: periódicos, películas, canciones, libros.

Hoy, ese pueblo ha crecido a 6.000 habitantes. Pero algo extraordinario ha ocurrido: ahora 5.400 personas se dedican a crear contenido. Nueve de cada diez. Y paradójicamente, aunque el consumo de contenido sigue fuerte en números absolutos, se ha dispersado entre millones de canales. La atención humana, ese recurso finito que todos perseguimos, migró hacia un nuevo territorio: las conversaciones con inteligencia artificial.

¿Qué pasó? ¿Cómo llegamos de un mundo donde unos pocos creaban para muchos, a uno donde casi todos creamos pero la atención se fragmentó y dispersó? Y más importante aún: ¿hacia dónde vamos?

Este ensayo es un viaje por cinco eras que transformaron radicalmente la relación entre creadores, consumidores y la atención humana. Un viaje que culmina en una visión del futuro donde humanos, máquinas y robots coexisten en una economía completamente redefinida.


Acto I: La Era Industrial (1900-1970)

El mundo de los pocos creadores y muchos consumidores

Retrocedamos al principio del siglo XX. Nuestro pueblo de 1.000 personas acaba de vivir la revolución industrial. Las familias han dejado el campo y se han mudado a las ciudades. Las fábricas humean día y noche. El ritmo de vida ha cambiado para siempre.

En este escenario, la creación de contenido multimedia es un privilegio de unos pocos. Cincuenta personas —editores de periódicos, cineastas pioneros, músicos, escritores— crean para los otros 950. Es un mundo de escasez creativa, pero también de abundancia atencional.

Los números del Escenario 1:

MétricaValor
Población del pueblo1.000 personas
Industria100% (pleno empleo industrial)
Sector Servicios30%
Creadores de Contenido5% (50 personas)
Consumo de Contenido20% (escaso, disperso)
Inteligencia Artificial0%

Ratio creador-consumidor: 1:19 — Por cada creador, hay 19 consumidores potenciales.

¿Qué significa esto? Las personas trabajaban largas jornadas. El contenido multimedia competía con el agotamiento físico. Leer el periódico en el desayuno, quizás algunas páginas de un libro antes de dormir, llevar a los niños al cine el domingo. El consumo era escaso no por falta de interés, sino por falta de tiempo y energía.

Pero cuando alguien creaba algo —una película, una canción, un serial radiofónico— capturaba una atención ávida. No había saturación. No había sobreoferta. Cada pieza de contenido tenía casi garantizada una audiencia porque había mucha más demanda que oferta.

Este era un mundo en equilibrio, aunque brutal en su exigencia física. La atención humana estaba mayormente capturada por la supervivencia y el trabajo. El entretenimiento era un lujo dominical.


Acto II: La Globalización (1970-2000)

La expansión multimedia y el despertar del ocio

En la década de 1970, algo empezó a cambiar. Las fábricas occidentales comenzaron un lento pero inexorable traslado hacia Oriente. El sector servicios creció para compensar las pérdidas. Y con más tiempo libre y mayor poder adquisitivo, nació algo nuevo: una clase media con hambre de entretenimiento.

Nuestro pueblo ahora tiene 1.500 habitantes. La industria del entretenimiento se expande: más canales de televisión, más estudios de cine, la explosión de la música rock y pop, las revistas especializadas, los videojuegos arcade. Y con esta expansión, más personas encuentran oportunidades en la creación de contenido.

Los números del Escenario 2:

MétricaValor
Población del pueblo1.500 personas
Industria70% (declive industrial)
Sector Servicios50% (crecimiento)
Creadores de Contenido15% (225 personas)
Consumo de Contenido40% (crecimiento sostenido)
Inteligencia Artificial0%

Ratio creador-consumidor: 1:5.7 — Por cada creador, hay casi 6 consumidores.

Los creadores se triplicaron en números absolutos: de 50 a 225 personas. Pero más importante aún, el consumo de contenido se duplicó. Las personas ahora tienen televisores en casa, van más al cine, compran discos, leen más revistas. La jornada laboral se acorta lentamente. Aparece el concepto del “fin de semana largo”.

Esta fue la edad de oro del entretenimiento masivo. Los blockbusters de Hollywood, las estrellas del rock, los programas de televisión que paralizaban naciones enteras. Todavía había un equilibrio saludable: suficientes creadores para satisfacer una demanda creciente, y suficiente audiencia para sostener económicamente a esos creadores.

Michael Jackson podía vender 50 millones de copias de un álbum. Steven Spielberg podía llenar salas de cine en todo el planeta. El contenido viajaba a través de canales establecidos —discográficas, estudios, editoriales— pero llegaba a millones. Era la era dorada del modelo “pocos creadores profesionales, muchos consumidores leales”.


Acto III: La Era Digital (2000-2020)

La democratización y la saturación incipiente

Y entonces llegó internet. Y cambió absolutamente todo.

Nuestro pueblo ahora es una ciudad de 5.000 personas. La industria occidental ha colapsado a un 30%. El sector servicios es dominante. Pero lo verdaderamente revolucionario es esto: cualquiera puede crear contenido ahora.

YouTube lanza en 2005. Instagram en 2010. TikTok en 2016. De repente, no necesitas un estudio de grabación, una editorial, o un canal de televisión. Solo necesitas un smartphone y una conexión a internet.

Los números del Escenario 3:

MétricaValor
Población del pueblo5.000 personas
Industria30% (colapso industrial en Occidente)
Sector Servicios70% (dominante)
Creadores de Contenido60% (3.000 personas)
Consumo de Contenido70% (máximo histórico)
Inteligencia Artificial10% (herramientas profesionales)

Ratio creador-consumidor: 1.5:1 — Por primera vez en la historia, hay más creadores que consumidores puros.

Tres mil personas creando contenido. Sesenta de cada cien. YouTubers, instagramers, bloggers, streamers, podcasters, tiktokers. La barrera de entrada desapareció. Y durante una década mágica, pareció funcionar.

El consumo de contenido alcanzó su punto máximo: 70%. Las personas pasaban horas en YouTube, en Netflix, en redes sociales. El smartphone se volvió una extensión del cuerpo. Consumir contenido se convirtió en el pasatiempo dominante de la humanidad.

Los datos lo confirman: en 2024, usuarios de YouTube pasaban aproximadamente 48.7 minutos diarios en la plataforma solo en Estados Unidos. A nivel global, más de mil millones de horas de video se consumían cada día. YouTube Shorts generaban 70 mil millones de vistas diarias. El apetito por contenido parecía insaciable.

Pero las grietas comenzaban a mostrarse. Con 3.000 creadores compitiendo por atención, ya no bastaba con crear buen contenido. Había que dominar los algoritmos, entender el SEO, crear thumbnails llamativos, publicar constantemente. La creación de contenido se convirtió en un trabajo de tiempo completo, pero solo una fracción de esos creadores podía realmente vivir de ello.

La industria de los videojuegos explotó, generando más ingresos que Hollywood y la música combinados. Los eSports llenaban estadios. Streamers como Ninja o PewDiePie tenían más influencia que celebridades tradicionales.

Esta fue la era donde la atención se volvió el recurso más valioso del planeta. Y todos, desde Facebook hasta cada creator individual, competían ferozmente por ella.


Acto IV: La Era de la IA (2020-presente)

La gran dispersión y el ascenso de las máquinas conversacionales

Y entonces, en noviembre de 2022, OpenAI lanzó ChatGPT al público. En solo cinco días alcanzó un millón de usuarios. En dos meses, cien millones. Para agosto de 2025, tenía 700 millones de usuarios activos semanales. Ninguna aplicación en la historia había crecido tan rápido.

Nuestro pueblo ahora tiene 6.000 habitantes. Pero los números cuentan una historia compleja de coexistencia y competencia:

Los números del Escenario 4:

MétricaValor
Población del pueblo6.000 personas
Industria20% (mínimo histórico)
Sector Servicios60% (declive)
Creadores de Contenido Humano90% (5.400 personas)
Contenido Generado por IA50% (saturación exponencial)
Consumo de Contenido50% (dispersión masiva)
Inteligencia Artificial (uso/adopción)50% (explosión exponencial)

Ratio creador-consumidor: 9:1 — Nueve creadores por cada consumidor puro.

La paradoja de la abundancia

Aquí está lo fascinante: el consumo de contenido no colapsó. De hecho, en términos absolutos, sigue siendo masivo. YouTube reporta más de 2.5 mil millones de usuarios activos mensuales en 2025. Las personas siguen viendo videos, TikTok sigue generando miles de millones de vistas, Netflix mantiene cientos de millones de suscriptores.

Entonces, ¿dónde está el problema?

La dispersión. Con 5.400 creadores humanos compitiendo, más contenido generado por IA inundando plataformas, la atención se fragmentó en millones de micro-audiencias. El scroll se volvió infinito. El contenido, efímero. Un video puede tener mil vistas y desaparecer en el algoritmo. Un blog puede publicarse y nunca ser leído.

Pero más importante: la atención migró hacia un nuevo tipo de interacción.

La gran migración

Ya no se trata solo de consumir contenido pasivamente. Las personas ahora conversan con inteligencia artificial. ChatGPT genera 5.8 mil millones de visitas mensuales a su sitio web. Las sesiones promedio duran 13 minutos. OpenAI genera más de 3.7 mil millones de dólares anuales.

Antes, una persona llegaba a casa y veía videos de YouTube durante 48 minutos. Ahora, puede ver 30 minutos de YouTube y pasar otros 20 minutos consultando a Claude o ChatGPT sobre cómo resolver un problema, aprender algo nuevo, o simplemente conversar.

La IA no solo crea contenido. Consume atención.

Y aquí está el detalle crítico: esa atención la capturan un puñado de empresas. OpenAI, Anthropic, Google, Meta, Microsoft en Occidente. Pero desde Oriente llegan con fuerza los gigantes chinos: Baidu con ERNIE, Alibaba con Qwen, ByteDance con sus modelos propios, Tencent, y Moonshot AI. Quizás diez o quince empresas en total, concentrando el 50% de la atención digital de la humanidad.

El contenido IA: la nueva saturación

Pero hay otra capa: el contenido generado por IA ahora compite directamente con creadores humanos. Artículos escritos por IA, imágenes generadas por Midjourney y DALL-E, música creada por algoritmos, videos deepfake cada vez más convincentes.

El 50% de “contenido” en nuestro escenario 4 ya no es humano. Es sintético. Y para el consumidor promedio, cada vez es más difícil distinguir la diferencia. O peor aún: cada vez les importa menos.

La búsqueda del sello humano

Pero algo interesante emerge: en medio de esta saturación, algunos consumidores empiezan a valorar explícitamente el contenido “100% humano”. Canales de YouTube que orgullosamente declaran “sin IA”. Artistas que certifican su trabajo como hecho a mano. Podcasters que enfatizan las imperfecciones humanas como característica, no como bug.

Es una reacción defensiva. Una búsqueda de autenticidad en un mar de contenido sintético perfecto pero frío.


Acto V: El Futuro Inminente (2025-2035)

Robots, agentes IA y la nueva soledad

Mirando hacia adelante, los contornos del Escenario 5 comienzan a tomar forma. Y es un futuro que desafía todo lo que conocemos sobre trabajo, creación y conexión humana.

Los números del Escenario 5 (proyectado):

MétricaValor
Población del pueblo6.500 personas (crecimiento moderado)
Industria 5.025% (automatizada, localizada)
Sector Servicios40% (automatización masiva)
Creadores de Contenido Humano80% (declive por saturación)
Contenido Generado por IA85% (dominancia)
Consumo de Contenido40% (dispersión extrema)
Uso de IA y Agentes70% (integración total)
Robótica/Agentes IA40% (llegada de robots físicos)

El mundo que viene

La población mundial crece, pero más lentamente. El envejecimiento demográfico se acelera en Occidente. Y algo más: las políticas proteccionistas regresan. Cercos arancelarios en producción industrial. La promesa de la “Industria 5.0” —producción automatizada, localizada, flexible— empieza a materializarse.

Los productos industriales son más accesibles porque los robots no necesitan salarios mínimos. Pero paradójicamente, la inflación golpea a las clases bajas y medias. ¿Por qué? Porque los trabajos que la automatización destruye no son reemplazados con igual calidad. El poder adquisitivo cae.

El sector servicios —restaurantes, atención al cliente, logística— se automatiza agresivamente. Los chatbots de IA manejan el 80% de las consultas. Los restaurantes tienen meseros robots. Los almacenes son operados por sistemas autónomos.

La gran soledad

Y aquí emerge algo inquietante: la soledad como epidemia. Millones de personas, desplazadas de trabajos tradicionales, pasan sus días en casa. El trabajo remoto se normalizó, pero también aisló. Las interacciones humanas se vuelven escasas.

Algunas personas buscan activamente aislarse. Construyen sus mundos digitales. Sus compañías son agentes de IA personalizados que aprenden sus preferencias, conversan con ellos, les hacen sentir comprendidos.

Otras, desesperadamente, buscan contenido humano de compañía. No entretenimiento. Compañía. Streams en vivo donde sienten que alguien está ahí. Podcasts íntimos. Comunidades pequeñas en Discord. El valor ya no está en la calidad de producción, sino en la calidez humana.

El consumo extremadamente disperso

Con el 85% del contenido generado por IA —artículos, videos, música, arte— el océano de contenido es literalmente infinito. ¿Quieres una película personalizada sobre tu temática favorita? Una IA la genera en minutos. ¿Quieres música que se adapte exactamente a tu estado de ánimo? Un algoritmo la compone en tiempo real.

¿Resultado? El consumo de contenido tradicional cae al 40%. No porque la gente consuma menos medios, sino porque lo que consumen es cada vez más personalizado, generado bajo demanda, y efímero. Un video que vieron hoy literalmente nunca existirá de nuevo para otro espectador.

Los creadores humanos supervivientes

De los 5.400 creadores del Escenario 4, solo 5.200 persisten en el Escenario 5 (el 80% de la población). Muchos abandonaron, agotados por la competencia imposible. Los que permanecen lo hacen en nichos ultra-específicos:

  • Artesanos de contenido: Personas que enfatizan el proceso humano, la imperfección, la autenticidad.
  • Curadores: No crean, sino que filtran y contextualizan el océano de contenido IA.
  • Compañeros digitales: Streamers y creadores cuyo valor es simplemente “estar ahí”, crear una sensación de comunidad.

Y muchos de ellos usan IA como herramienta, creando un híbrido humano-máquina donde la dirección creativa es humana pero la ejecución es asistida.

Los agentes y robots físicos

El 40% de adopción de robótica y agentes IA significa algo profundo: los robots ya no están solo en fábricas. Están en hogares, en calles, en tiendas. Y los agentes de IA —asistentes autónomos que pueden realizar tareas complejas sin supervisión— manejan cada vez más aspectos de la vida diaria.

¿Necesitas programar citas, gestionar finanzas, planificar viajes, negociar contratos? Tu agente de IA lo hace. ¿Necesitas que alguien reciba un paquete, limpie tu casa, cocine tu cena? Un robot de servicio lo hace.

La pregunta que nadie responde aún es: ¿qué hacen los humanos cuando las máquinas hacen todo?

La crisis existencial colectiva

Porque ese es el verdadero desafío del Escenario 5. No es técnico. Es existencial. Si el 70% de las interacciones diarias de una persona son con IA, si el 85% del contenido que consume fue creado por máquinas, si los robots realizan las tareas que antes daban propósito… ¿qué queda?

Algunos encuentran respuestas: arte por el arte mismo, conexiones humanas profundas, búsqueda de experiencias reales en el mundo físico. Se organizan movimientos de “slow living”, donde deliberadamente se desconectan de la tecnología.

Otros se sumergen completamente en mundos virtuales. Metaversos poblados por IA, donde cada experiencia está diseñada para ser perfecta, adictiva, inmersiva.

Y en el medio, la mayoría intenta navegar esta nueva realidad: trabajando en los pocos empleos que aún requieren toque humano, creando contenido sin expectativa de audiencia masiva, conversando con sus agentes de IA sobre su día.


Epílogo: Mirando al abismo (o al amanecer)

Mirando estos cinco escenarios, emerge un patrón inevitable:

Tabla Comparativa Final:

EraPoblaciónCreadoresContenido IAConsumoIA/RobotsRatio
Industrial (1900-1970)1.0005%0%20%0%1:19
Globalización (1970-2000)1.50015%0%40%0%1:5.7
Digital (2000-2020)5.00060%0%70%10%1.5:1
IA (2020-2025)6.00090%50%50%50%9:1
Futuro (2025-2035)6.50080%85%40%70%-

La historia es clara: pasamos de un mundo donde pocos creaban para muchos, a uno donde casi todos crean pero la atención se dispersó y migró hacia máquinas conversacionales, a uno donde las máquinas crean más que los humanos y la pregunta ya no es “¿quién crea?” sino “¿para qué creamos?”

Las preguntas sin respuesta

  1. ¿Qué es el trabajo cuando las máquinas trabajan? La automatización promete liberarnos de tareas repetitivas. Pero, ¿nos libera hacia qué? ¿Ocio infinito? ¿Crisis de propósito?

  2. ¿Qué es la creatividad cuando las IA crean mejor? Un humano puede tardar semanas en escribir una novela. Una IA la escribe en segundos. ¿Seguimos valorando el proceso humano imperfecto?

  3. ¿Qué son las relaciones cuando nuestros mejores amigos son algoritmos? Los agentes de IA nunca juzgan, siempre entienden, están siempre disponibles. ¿Por qué molestarse con humanos complicados?

  4. ¿Quién controla este futuro? Las quince empresas que dominan la IA tienen más poder que muchos gobiernos. ¿Cómo regulamos algo que evoluciona más rápido que nuestras leyes?

Dos futuros posibles

El futuro distópico: Millones de personas aisladas, consumiendo contenido IA infinito, conversando solo con agentes, mientras las élites que controlan la tecnología concentran riqueza y poder sin precedentes. Una humanidad fragmentada, sola, sin propósito.

El futuro esperanzador: La tecnología libera a la humanidad de trabajos no deseados, permitiéndonos enfocarnos en conexión genuina, creatividad por placer, experiencias reales. La IA es herramienta, no reemplazo. Los humanos redescubren qué significa ser humano.

La verdad, probablemente, estará en el medio: algunos prosperarán, otros se perderán, la mayoría navegará la tensión entre ambos mundos.

La paradoja final

Yo escribí este ensayo con la ayuda de Claude, una IA. Tú probablemente lo estás leyendo (o escuchando en un podcast generado por NotebookLM, otra IA). Y cuando termines, es posible que tu siguiente interacción sea pedir a una IA que te resuma los puntos clave o que genere ideas basadas en esto.

No es irónico. Es simplemente el mundo que hemos construido y seguimos construyendo cada día.

La gran migración de la atención no fue hacia más contenido. Fue hacia la conversación con máquinas que pueden crear contenido infinito, personalizado, al instante. Y la siguiente frontera es la convivencia con máquinas que no solo conversan, sino que actúan, que tienen presencia física, que se vuelven indistinguibles de compañía real.

Y esa, quizás, es la mayor disrupción en la historia de la humanidad.


Notas finales

Este ensayo se basa en observaciones personales, tendencias percibidas y datos públicos disponibles. Los porcentajes son aproximaciones que buscan ilustrar patrones, no mediciones científicas exactas. Las proyecciones del Escenario 5 son especulativas, pero fundadas en tendencias actuales verificables.

Datos citados de fuentes públicas:

  • ChatGPT alcanzó 700-800 millones de usuarios activos semanales para 2025, creciendo de 100 millones en solo dos meses tras su lanzamiento
  • YouTube mantiene más de 2.5 mil millones de usuarios activos mensuales, con usuarios pasando aproximadamente 48 minutos diarios en la plataforma
  • OpenAI generó aproximadamente $3.7 mil millones en ingresos en 2024

La pregunta que te dejo es: ¿tú, en qué escenario vives? ¿Eres creador saturado, consumidor disperso, usuario de IA, o las tres cosas navegando la tensión entre crear, consumir y conversar con máquinas?

Tu respuesta hoy definirá qué tipo de futuro construimos mañana.


Dirigido por: RGartner
Optimizado por: Claude
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